•Cuando pensamos en
los músculos, tendemos a considerar a cada uno de ellos como una sola unidad.
Esto es natural porque un músculo esquelético parece actuar como una unidad
independiente. Pero son mucho más complejos que eso. Si diseccionásemos un
músculo, primero cortaríamos el tejido conectivo exterior que lo recubre (el epimisio) que rodea todo el
músculo, manteniéndolo unido. Una vez cortado, se ven pequeños haces de fibras
envueltos por una vaina de tejido conectivo. Estos haces reciben el nombre de fascículos, componiendo lo que
se llama el perimisio. Por último, cortando el perimisio y usando una lupa,
se pueden ver las fibras musculares, que son las células musculares individuales. Cada una
de las fibras musculares está también cubierta por una vaina de tejido
conectivo, denominada endomisio.
•Las fibras musculares
más largas de los humanos tienen unos 12 cm de longitud.
•El número de fibras
en distintos músculos oscila entre los 10.000 en músculos pequeños a más de un
millón (por ejemplo músculos gemelos)
•UNA
CÉLULA MUSCULAR AISLADA RECIBE EL NOMBRE DE FIBRA MUSCULAR.
•Cada fibra muscular
está conectada (inervada) por un nervio motor. El nervio motor inerva a más de
una fibra muscular: esto se denomina unidad motora, una sinapsis entre
un nervio motor y una fibra muscular que se denomina unión neuromuscular. Es el lugar donde se produce la unión entre los
sistemas nervioso y muscular. Las acciones musculares se inician con un impulso
nervioso motor.
FUENTE: Wilmore, J.H; Costill, D.L, Fisiología del esfuerzo y del deporte, Editorial Paidotribo, Barcelona, 2004
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